"Ben Gurión es mi casa", es la frase que identifica al voluntario que da su vida para facilitarle la aliá a los demás.
Miles de olim unidos por una sola cara. Naum Lejbruder es la persona. ¿Cómo es que todos los nuevos olim lo conocen? Eso pasa cuando es el primer israelí/argentino que ven al pisar el aeropuerto. En la salida del avión ahí está Naum, siempre con su cartel que dice ‘’bienvenidos olim’’, te calma y te hace bajar diez cambios de nerviosismo el escuchar a alguien que habla tu idioma y que te va a ayudar en los primeros trámites de aliá. Parece caído del cielo.
En su momento, con solo 35 años se dio cuenta de la necesidad de apoyarse entre olim, entendió que el proceso no es fácil y eso lo pueden asegurar muchos. Nuevo idioma, nuevos paisajes y nuevos trámites, ¿cómo hacer todo esto con miles de valijas, papeles y familiares? Ahí entra Naum. Tanto de día como de noche, y de madrugada, es que Naum con 74 años apoya a los olim. Voluntariamente hace más de 30 años entrega su día a día a la causa, porque su trabajo pago es en el rubro del turismo.
Aliá en 1982 y voluntario en 1983. No le costó a Naum darse cuenta del problema que albergaba la primera llegada a una nueva vida en Israel. A pesar de haber llegado acá con dos hijos chiquitos decidió dedicarse 100% a esto. Muchos años significan muchas caras. ‘’Hace 15 años me recibiste, me dicen. Me cruzo a cualquier cantidad de olim’’, nos dice el voluntario. Esos mensajes que le agradecen su esfuerzo son los que lo mueven día a día, saber que está simplificando las cosas como a él no se lo hicieron. Es más que solo acompañarlos, es traducir cada trámite, guiarlos dentro del aeropuerto (que a estas alturas se lo sabe más que de memoria) y ayudarlos a recibir y organizar todo de su aliá. El aeropuerto Ben Gurión es tanto su casa como la de sus hijos, una tradición que va pasando y ojalá nunca termine. Ejército y trabajo los unen a este lugar de bienvenidas y despedidas infinitas. Naum hoy en día es el encargado de acoger y decir el primer ‘’brujim habaim’’ (bienvenidos).
¿Cómo se comunica? ¿Cómo sabe los horarios? Lo tiene todo claro. Después de tantos años, su red de contactos es impresionante, siempre tiene cómo resolver cualquier problema y sacar a nuestros nuevos olim de apuros. El hablar tantos idiomas es una herramienta esencial para esto, algo que con los años no deja de practicar en su día a día.
Es una tarea admirable que a la vez nos deja pensando, ¿Qué lo habrá motivado a llevar este estilo de vida?, una elección que muchos aprecian.
Naum Lejbruder: "Yo represento a la Olei, a la Sojnut y al Ministerio de Absorción".
Habla Yiddish, portugués, italiano, español, hebreo e inglés.
Cuéntanos ¿cómo es tu día, en qué consiste tu trabajo? ¿Tienes horarios muy dispersos? ¿Cómo logran el contacto contigo los nuevos olim?
Mi trabajo es 24/7. A cualquier hora. Puede ser a la madrugada o al mediodía. A veces es una hora y otras veces doce. Yo dependo de las listas que me manda la Sojnut (La Agencia Judía para Israel) los días jueves. Me envían la lista por mail, cuando hay cambios me lo mandan también y cuando tengo problemas me comunico directamente con los distintos shlijim (enviados israelíes). Estoy en contacto prácticamente con todos los shlijim de Latinoamérica y Centroamérica. Cuando ellos tienen problemas con pasajeros me contactan directamente y también cuando yo tengo dificultades, cuando hay trámites, cobros o me dicen: ‘’me dijeron’’. Esto que hago de recibir a los olim de Italia, España, México, Argentina y Brasil es voluntario. Mi trabajo es en turismo, ahí recibo gente de todo el mundo.
Llegada de Olim de Argentina, Brasil y Venezuela el 31.12.20. Fotos cedidas por el entrevistado.
¿Cómo es el proceso en general cuando llegan los olim, donde los esperas, en que los ayudas…?
Yo los espero en la salida del avión con el famoso cartel. Después los saco por donde me digan las autoridades en el momento. Los llevo a control de pasaporte y después a un sector para hacer los trámites o directo a las valijas y finalmente los llevo a hacer el examen de coronavirus. Recién después de eso los transporto. Los trámites son varios, últimamente los tengo que llevar a llenar papeles para la aduana, porque no les revisan casi las maletas. Ahora, por el coronavirus, hay que llenar un formulario para no acercarlos a la aduana y sacarlos rápido de ahí. Yo les hago toda la explicación de que van a recibir, firman papeles, reciben la Teudat Olé (libreta del inmigrante), reciben dinero, un chip de teléfono y el seguro médico. No todos son iguales claramente pero más o menos eso. Estoy prácticamente solo con todos los nuevos olim. Cuando recibo grupos de 70-100 siempre están quietos y tranquilos.
Para poder hacer todo esto necesito un permiso permanente, no cualquiera puede. Sin autorización no entro al aeropuerto. Es un permiso fijo que me lo entregó el Ministerio de Absorción hace más de 30 años. Igual me reconocen, casi no lo uso, solo donde hay máquinas.
¿Por qué te gusta recibirlos personalmente? ¿Qué sientes qué les aportas a los nuevos olim?
Los hago entrar con una nueva idea, dejando de lado la que tienen desde sus países, les hago entender las leyes y cosas israelíes. Acá todo lo que es ley se cumple, no hay arreglos, como uno que quiso ofrecer plata hace poco. También hacen muchas preguntas como, cuánto dinero reciben, dónde hacen la cuarentena o que más les van a dar. La explicación la tienen enseguida conmigo, no tienen que estresarse ni esperar.
Olim de Argentina. Fotos cedidas por el entrevistado.
¿Cómo llegaste a ser la persona que recibe a los nuevos olim, hace cuántos años? ¿Qué te provoca el ver familias completas empezar una nueva vida acá en Israel? ¿te recuerda a tu aliá?
Llegué hace 37 años, el 17 de octubre de 1982. Me tuvieron 8 horas dentro del aeropuerto sin saber que papeles llenar, porque era todo a mano, no por computadoras. Hasta hoy no tengo idea qué cosas firmé. Después me sacaron a la calle en una oscuridad terrible. Yo venía con mi esposa y dos criaturas, mis dos hijos. Y me tuvieron fuera otras 3 o 4 horas. Ahí dije, no es posible que la gente tenga que estar esperando mínimo 8 horas para que alguien los ayude. Surgió totalmente de mí. ¿Por qué no? Dije, voy a probar a ver si me dejan entrar para ver si puedo ayudar a que sea más rápido. Esto fue recién al año de haber llegado.
Para ser oficialmente la persona que recibe tuve que hacer mis contactos con el tiempo. Yo represento a la Olei, a la Sojnut y al Ministerio de Absorción. Hice toda una red para poder sacar más rápido a la gente, si tengo un problema sé a quién ir. Todo lo hago de forma voluntaria. Mi trabajo pago es en el rubro de turismo.
Cuando hizo aliá llegó a Kyriat Yam y de ahí se fue al Mercaz Klitá.
A los cuatro meses se instaló en Rishon Letzion para siempre, "de aquí no me muevo".
¿Qué pasó con el coronavirus y la llegada de nuevos olim? ¿Notaste cambios?
Ahora sale únicamente Turkish Airlines por lo general, viene de Argentina o Brasil. Problemas hay todos los días, sin necesidad de una pandemia. Para sacarlos del aeropuerto depende del reglamento del momento, hace unas dos semanas atrás los sacaba por ‘’Shetaj avirí’’, ósea no dejaban que entraran al aeropuerto para que no contagien a otros al venir desde un país rojo. También hay mucho tema con las cuarentenas y la vacuna, algunos vienen buscando ser vacunados y otros no quieren encerrarse.
Nadie me obliga a hacerme bdikat corona, pero al ver a tantos viajeros yo si me preocupo y cada cierto tiempo me hago el PCR. Más que nada lo importante es cuidarse. Tengo la tercera dosis y si me dicen que hay cuarta o quinta, yo voy.
¿Tienes anécdotas de la llegada de olim?
Hace poco un matrimonio con tres chicos se querían volver porque no querían ir al hotel a hacer cuarentena. ‘’A mí me dijeron que puedo hacer cuarentena de forma privada y yo no quiero ir al hotel, y si no, mándenos de vuelta’’. Tenían hasta pasajes casi listos, el problema es que después no podían volver a entrar a Israel. Me llevó dos horas, pero los convencí y después recibí mensajes agradeciendo por haberme metido en el tema. Le digo a la madre, ‘’por casualidad, ¿no firmaste algo?’’. Me dijo que había firmado muchas cosas. Hablé a la Sojnut y realmente habían firmado la cuarentena en un hotel.
Olim de Brasil. Fotos cedidas por el entrevistado.
¿Recibes a muchas nacionalidades? ¿Cómo te comunicas?
Yo recibo a todos los que son de Italia, España, Portugal, Brasil, México y Argentina. A todos los países de habla castellana, portugués e italiano. Hablo Yiddish, portugués, italiano, español, hebreo e inglés para poder comunicarme con todos y que sea rápido. También ahora están llegando muchos religiosos, españoles, mexicanos y argentinos, cada día más.
Un poco más de tu vida personal… ¿Cómo llegaste a Israel? ¿Qué oportunidades sientes que te dio este país?
Soy de Buenos Aires originalmente. Allá iba a la tnuá con religiosos y estudié electrónica. Me vine acá con 30 y tantos años e igual hice la tzavá en aviación. Hice el ejército con 38 años, corriendo con esa edad. Yo creo que fui el único olé que lo hizo, nadie más. Tampoco lo pensé, solo me marcaron y fui. No me arrepiento porque fue una experiencia, hice la tzavá y le di dos soldados más a Israel, no le debo nada al país.
Cuando hice aliá llegué a Kyriat Yam y fui al Mercaz Klitá. A los cuatro meses me instalé en Rishon Letzion para siempre, de aquí no me muevo, de hecho, en un momento fui presidente de la Olei de Rishon, trabajé hasta lograrlo.
Siempre estuve ligado a Ben Gurión, el ejército me llevó al aeropuerto y miluim (reserva militar) también fue ahí. Hice aliá porque mi idea siempre fue Israel, no otra cosa. Dejé todo, hice 4 valijas y me vine con mi señora y dos hijos. Hoy tengo 3 nietos, una hija de 45 años y un hijo de 47. Los traje bien chicos y es lo mejor que podría haber hecho, los veo muy bien formados. Les gusta lo que hago, aunque no están ligados con la comunidad latina. Mi hijo de hecho trabaja también en el aeropuerto hace unos 26 años. Ben Gurión (aeropuerto) es mi casa, en el inventario estoy yo, siempre a fin de año se fijan si sigo ahí. Es lindo, porque cuando yo viajo ellos me reciben, la policía, seguridad, me atienden y me devuelven el favor.
Olim de Uruguay. Fotos cedidas por el entrevistado.
¿Cuál piensas tú que sería el primer choque cultural para alguien recién llegado a Israel?
Algunos se notan que vienen preparados. Por ejemplo, cuando tienen que hacer la tzavá, no noto miedo en ninguno. Para la mayoría, la actitud de las personas acá es un choque. Piensan que todos son iguales, pero yo les explico, que es el caparazón de los israelíes, gritan, pero a los 10 minutos te están ayudando. Amargo por fuera y dulce por dentro.
Cuéntanos de tu famoso cartel que sale en todas las fotos, ¿Es una “tradición”, no lo vas a cambiar nunca?
Hace más de 30 años que existe el mismo cartel. No lo he cambiado porque en la mayoría de los países reparten una revista o un folleto (que tiene muchos años) donde estoy yo con mi cartel de siempre. Entonces cuando llegan me buscan con ese cartel.
¿Qué pasa si alguna vez no puedes ir?
Depende. Cuando me tomaba vacaciones dejaba a alguien, alguno de Misrad Haklitá (Ministerio de Absorción) con la condición de que hable español para que pueda ayudar. Hoy si no estoy yo, no hay nadie. Dentro de un rato vas a ver que me llaman (del Ministerio) para ver donde estoy ahora, ya que en breve llega un vuelo y quieren estar tranquilos sabiendo que voy a estar ahí.
Gracias Naum por tu tiempo y por dedicarte a ayudar a los demás.
Un placer.
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hola soy de uruguay y en breve viajo con mi hijo a israel , me gustaria que nos reciba el señor Naum , sin conocerlo ya me inspira confianza , soy mario israel y mi hijo alejandro , gracias
כתבה מצויינת. הלוואי ובקרוב הוא יקבל אותך בתור עולה חדשה!!