Los caminos de la vida me llevaron a conocer virtualmente a Noa. Nos separan miles de kilómetros, pero nos une -entre otras cosas- el enamoramiento por los paradisíacos paisajes de Argentina, mi país natal y también el de su papá. Casi sin darse cuenta, Piedra Libre se convirtió en su diario de ruta. Noa comparte sus atrapantes vivencias con nosotros, a la par que agrega kilómetros en la concreción de su sueño y el de tantos jóvenes israelíes al finalizar el ejército (la tzavá). Su testimonio no fue traducido, porque prefirió escribirlo en un español “muy especial” que no estudió, sino que lo aprendió en el seno de su hogar.
"Me llamo Noa Schriftman, nací en Israel y tengo 23 años. Hace dos que terminé el servicio militar, después de dos años de servir en la parte de los tanques. Fui guía de los combatientes de mi área y les enseñaba cómo usar las armas. Casi todos los israelíes pensamos en el viaje a Sudamérica mientras estamos en el servicio militar, es como un sueño. Algunos viajan a la India y otros a Sudamérica, como yo".
¿Por qué elegiste hacer un viaje de mochilera a la Argentina?
Por mis orígenes, no había duda sobre mi destino de viaje. Mis papás vinieron a Israel y se conocieron ahí. Elegí empezar mi paseo en la Argentina primero, porque la mitad de mi familia vive ahí y conozco bien. La segunda razón, porque vine muchas veces, pero todas fueron sólo a Buenos Aires y una vez a Bariloche. Quería conocer más lugares y más paisajes de este país tan maravilloso con mucha cultura y muchos paisajes divinos. Además, que es tan lindo sentirse en casa al principio de un viaje tan largo, con el idioma, la comida y la gente que conozco del lado de mi papá, que es nacido en Argentina.
Debo decirte que tu español es muy fluído...
Es que lo practicamos en casa de chiquitos, hablábamos solamente en español, mi mamá es uruguaya, así que lo hablamos con mi familia argentina y uruguaya ¡y me dio una ventaja gigante! En la escuela aprendí hebreo e inglés. Hoy en día lo aprecio un montón. El español lo practico mucho y me ayuda a mejorarlo y a escribir más correcto y cuando voy paseando por Sudamérica y tengo que estar atenta a cosas.
¿Desde cuándo estás viajando, qué lugares recorriste y con quién viajaste?
Viajé desde Israel en enero, por 6 meses en total. Estuve un mes en Argentina. Empecé por Buenos Aires, ahí estuve una semana y media sola, visitando mi familia. Lo típico de un israelí es visitar “la Boca” y “Palermo”. Después llegó mi amiga con la planifiqué todo este viaje. Se llama Shir y es mi mejor amiga de hace 4 años, cuando nos conocimos en los tanques en el ejército. Con ella estuvimos tres días en Buenos Aires y seguimos en vuelo a Ushuaia donde nos quedamos una semana. Ushuaia es la ciudad de las caminatas ¡hay mucho para ver ahí, mucha naturaleza! De Ushuaia hicimos viaje en bus a El Calafate. En El Calafate, nos quedamos nada más que un día y nos fuimos a recorrer el Perito Moreno ¡que es una de las caminatas más lindas e impactantes que hice!
De El Calafate viajamos a El Chaltén, que es un pueblito muy turístico y dicen que ahí los locales en invierno se vacían absolutamente. Allí se puede hacer muchas caminatas, la más famosa es el “Fitz Roy” ¡una belleza! Son diez kilómetros de ida y 10 kilómetros de vuelta. Lleva todo el día ¡pero es algo que no se puede perder en la Argentina!
De El Chaltén nos fuimos a El Bolsón, a un campamento israelí en Lago Puelo. Un lugar de tranquilidad y un lago divino para descansar y tomar sol. Hay muchos campings en esa zona para disfrutar.
Y casi se termina el paseo en la ciudad más linda y rica de este país: Bariloche ¡Ahí sí que no hay ni un vendedor, guía o jefe de hostel que no sepa hebreo! Los israelíes ya son parte de la vista del lugar. Nos fuimos en auto a los 7 lagos, a pasear por San Martín, a andar en caballos y visitamos casi todos los restaurantes de carne y locales de chocolate ¡Nos fascinó!
Después de visitar también un poco Chile, nos volvimos a la Argentina y como no a las Cataratas de Iguazú. Ese sí que es un lugar increíble que el que no viene ¡pierde una gran parte de la naturaleza más linda que tiene este mundo increíble! Es inexplicable, hay que verlo y sentirlo, por lo menos una vez en la vida.
Ese fue todo mi paseo en Argentina, y mi viaje sigue a otros países en este continente tan lindo y interesante.
¿Qué recuerdos te llevás de tu viaje a la Argentina?
La verdad que esta vez sentí más como es la gente de los pueblos, me encantó conocer gente argentina que no sea mi familia, para entender un poco más la mente argentina y ver cómo se crió mi papá. Me encantó escuchar de la vida de otros que no viven en Buenos Aires y poder explicarles un poco más sobre Israel, es muy importante para mí dejar un buen imagen sobre el israelí típico.
¡Además, todavía no puedo creer todo lo que vi! Argentina tiene muchos tesoros de naturaleza y buena gente.
¿Cuál fue la anécdota más divertida y la que más te impactó?
Lo que más me gustó, aunque es tan simple para muchos, fue ver cada persona y su forma de tomar su mate. ¡Es algo tan auténtico del lugar y cada uno tiene su manera y eso me encanto! Algunos con miel, otros con café y no sé qué más.
¿Probaste el mate?
¡Obvio que sí! Mi favorito es con arce o jengibre.
¿Qué similitudes y diferencias encontrás entre la sociedad Israelí y la Argentina?
Lo que es tan similar fue la ayuda en la calle cuando no te ubicás, esto me encantó y me sentí en casa. Diferencias hay muchas, comidas diferentes, culturas muy distintas y muchas cosas más. Igual con todas estas cosas diferentes los veo muy parecidos.
¿Qué lugar de los que recorriste fue el que más te gustó y por qué? ¿en dónde te alojaste?
El que más me gustó fue El Chaltén, porque está lejos de todo y no hay nada para hacer a las corridas. Todos se quedan más o menos cinco días y van viendo que quieren recorrer. Hay muchas cosas lindas para ver y lo que más me gustó es que hice el “Fitz Roy” ¡que fue re difícil para mí!
Me alojé en un hostel sin nombre, está atrás de una panadería que tiene cosas riquísimas, justo en la entrada a todas las caminatas. Fue buenísimo y barato.
Te cruzaste con muchos israelíes en la Argentina seguramente ¿te sorprendió? ¿En cuál de todos los lugares que recorriste viste más?
Si, está lleno de israelíes en Argentina. No lo pensaba tan lleno. En algunos lugares más y algunos menos, pero el más lleno de israelíes es Bariloche.
¿Tuviste contacto con la kehilá Argentina? ¿Fuiste al Templo?
La verdad que esta vez no, pero muchos israelíes van a “Beit Jabad” de Bariloche, que es el más conocido para pasar la cena de Shabat. Me parece que estaría bueno hacer algo comunitario, con los mochileros que les gusta compartir el judaísmo y sentirse en casa mientras está el viaje.
¿Vivirías en la Argentina? ¿Cuál era tu fantasía sobre este país antes de viajar y qué opinión tenés ahora?
La verdad es que soy muy patriota a mi país, entonces no. Me gusta Israel y no lo cambiaría por ningún país. Argentina es hermosa, pero la inseguridad algunas veces de mucho miedo. Me gusta ver niños con las bicis en la calle o caminando solos a la escuela y es algo que no puede pasar en Argentina. Ojalá cambiara, porque el país es hermoso y tiene mucho para ofrecer. Siempre fue y será mi segunda casa, mi familia vive acá, entonces me siento más libre, hay mucho para hacer y es un país que todavía no lo descubrí del todo, voy a volver.
¿Recomendarías a otros mochileros viajar a la Argentina?
¡Obvio! Hay que empezar por Argentina sí o sí. Como dije antes, son los más parecidos a los israelíes y es lo más cercano a Israel. Además, es algo que no se ve en otro lugar, todos esos pueblitos chiquitos y toda la gente del sur, son algo especial.
¿Cuáles son los sabores de comidas que más te gustaron de la cocina autóctona?
No hay duda ¡la carne y el dulce de leche! No hay un israelí que diga otra cosa. A mi amiga, que es su primera vez, le encantó el sándwich caliente, porque nosotros no tenemos el pan de miga en Israel ¡y es tan suave y rico! Puedo seguir con una lista de cosas que nos gustaron pero paro acá.
¿Qué nos podés contar de la experiencia de relacionarte con la población en cada región que recorriste y el contacto con otros turistas?
Cada región tenía su especialidad, la gente diferente en la ropa, la comida y también la forma de ser. Los otros turistas que cruzamos, casi todos fueron israelíes, porque siempre nos vemos y siempre nos llevamos bien. Algunas veces hablamos con gente argentina, que son turistas en esas zonas y fue como otro punto de vista del lugar.
¿Sentiste antisemitismo en algún lado o que no dejaran entrar a los israelíes?
El antisemitismo fue muy terrible para mí, no me gustó ver lugares que ya no quieren ver israelíes (en algunos casos con razón), pero algunas veces es sólo porque no quieren israelíes ahí, sin que haya pasado nada. Siempre intento cambiar el impacto que dejaron otros mochileros israelíes. Algunas veces hay que seguir viaje y buscar otro lugar, porque no todos quieren escuchar.
Muchas veces me pasó en Argentina, pero en Chile lo sentí más. Una vez entramos a un hostel y le pregunté a la encargada si tiene lugar para dos personas. Como me vio sólo a mí hablando y mi pasaporte argentino, me preguntó sobre mi amiga de dónde es. Cuando le dije que somos de Israel, ya no nos quería dejar entrar. Nos contó después de una charla que algunos israelíes no respetan el lugar y me fue re difícil de escuchar, porque para mí es muy importante dejar buen impacto.
Fotos: cedidas por la entrevistada
Me gustaría que nos cuentes más sobre tu familia...
Tengo dos hermanos: Yaniv, el más grande y Ben, el mediano, yo soy la más chiquita. Mis papás se conocieron en Israel y nosotros nacimos ahí. Mis padres se pasaron a Israel para estar rodeados de judíos y para conocer una pareja judía, que les era muy importante.
¿Tus padres iban a una kehilá en Argentina y en Uruguay? ¿Cuándo fue que decidieron ambos hacer aliá?
Mi mamá iba a la Bnei Brith en Uruguay, pero no recibió educación en colegios judíos. Tenía poca interacción con la kehilá (comunidad) y no quería asimilarse, quería formar una familia judía.
A mi mamá la oportunidad de hacer aliá le llegó cuando la Sojnut abrió el programa Taca y ella se anotó. Llevaban a profesionales de Uruguay en un plan de absorción para solteros, se interesó y se anotó. En 1985 hizo aliá. Trabajó y estudió en el ulpan el hebreo y luego se le presentó una opción laboral en Tel Aviv y allí conoció a mi papá, tres 3 años después cuando él hizo aliá.
Mi papa, Miguel, terminó sus estudios universitarios en Buenos Aires y cuando llegó el momento de definir su futuro, optó por Israel. No sabía hibrit, en su casa el judaísmo ocupaba un lugar muy chico. Apoyado por amigos se acercó a la Sojnut y allí comenzó su camino. Llegó a Kfar Saba, al ulpan para profesionales. Luego conoció a Sabri, mi mamá. en un asado de Iom Haatzmaut y allí comenzó nuestra familia. Casamiento, hijos y mucho amor por el estado de Israel.
En Israel ¿estás en contacto con la comunidad latina? De ser así, ¿en dónde? ¿Cómo?
No mucho como quisiera. Un poco por los amigos de mis papás que nos juntamos y hablamos, hacemos asados y festejamos juntos los festejos judíos. Pero ojalá haya más contacto de las dos comunidades de alguna manera.
¿Estuviste en Uruguay, tierra natal de tu mamá?
Yo estuve hasta la semana pasada por dos semanas. La pasé primero con mi familia en Montevideo y después en Punta del Este. De ahí fuimos a Cabo Polonio.
¿Qué otros lugares recorrerán hasta julio?
¡Esto es una aventura! Nunca se sabe bien qué va a pasar en el camino. Mi plan el plan es: ahora estamos en Brasil y luego seguir, Perú, Colombia, Guatemala, Panamá, Costa Rica y México. Espero llegar a todos esos lugares y si no... ¡la próxima vez lo sigo!
¿Cuáles son tus planes a tu regreso a Israel?
Espero volver en Julio y empezar a estudiar arquitectura, pero todavía no sé qué va a pasar. Me mudo a Hertzlía con mi novio y, después de un viaje como este, continuaré la vida con un punto de vista diferente.
Comments